Texto y fotos: Musikas.
Cuando hay precedentes, cuando en todos los sitios te lo recomiendan, cuando cualquiera con quien hablas los colma de alabanzas, cuando la sola escucha por la radio de Driving you Slow logra emocionarte,... Cuando, en definitiva, todo está a favor de corriente, estamos en eso que dicen "el momento y el lugar adecuado".
El anuncio de la segunda llegada de los portugueses The Gift a Valladolid, dentro del valladolindie'05, iba a ser ese "momento".
En el ambiente, bastante poblado pero tampoco al límite, se podía sentir el nerviosismo ante un acontecimiento en toda regla. Una espera que fue corta, pues a eso de las 9 y media de la noche apareció en el escenario Rosa Pérez (Fluido Rosa) y presentó el grupo al respetable y glamouroso público (recordar que era la semana de Radio 3 en Valladolid). Segundos después hacen acto de presencia The Gift. Con una puesta en escena sobria, sin pantallas ni fondos decorativos, únicamente rota por la relativa abundancia de tonos rojos en la vestimenta de sus cinco componentes. Se van así disponiendo por el escenario. Nuno Gonçalves, alma mater del grupo, se encajona literalmente rodeado de teclados, samplers, guitarras, monitores,...a ambos lados se dispondrían un bajista que no pararía de moverse en toda la noche, junto con un batería de lo más efectivo. En frente, un hierático guitarrista, y en primera línea Sonia Tavares plena de divismo y belleza.
Los primeros temas nos fueron situando. The GIft son, sin duda, el mejor ejemplo de la lógica evolución de eso que llamaron Trip-hop a comienzos de los 90. Un estilo que se servía de una reinterpretación de canciones en formato pop, cargadas de melancólicos arreglos en unos casos y con sonoridades electrónicas esquisitas en otros. Con nuevo disco bajo el brazo, el doble AM/FM, que bien puede ser el producto que resuma lo antes expuesto.
Sonia Tavares acabó por deslumbrarnos a todos con su poderosa voz. Plena de registros vocales, ambientada en el lado más oscuro de por ejemplo, una Bjork pero sin la sobrecarga de la islandesa, o de unas Skye Edwards (morcheeba) y Tracey Thorn (EBTG) pero más cargada de sensualidad y pasión, todo ello después de haber digerido el repertorio de Bowie junto con el de Portishead. Una capacidad vocal que no ha escapado al mismísimo Rodrigo Leaô (ex-Madredeus), quien la ha incluido en su magnífico Cinema.
Me llamó la atención a los pocos minutos la versatilidad y capacidad de Nuno en el escenario. Primero tocando el teclado a la par que haciendo coros y voces saturadas; también agarrando un segundo bajo mientras programaba nuevas secuencias en un monitor, para rematar a todos con una efectista y contundente interpretación del theremin... sin lugar a dudas todo un artista multimedia.
Las canciones (una gran parte) tenían unos tiempos muy establecidos. Con comienzos suaves, etéreos y volátiles, acababan convirtiéndose en tormentas de sonidos y efectos, con todos los componentes del grupo dominando los estallidos emocionales...me acuerdo así de hits como Driving you Slow (FM), Ok! Do You Want Something Simple? (Vinyl) o Question Of Love (Film) que hicieron que el público (cómplice desde el comienzo de la actuación) se quitara de encima miedos para acompañar a Sonia en sus continuos saltos y bailes por toda la pista.
Lo dicho, un concierto magnífico el que allí pudimos ver, del cual sólo puedo sacar una pequeña pega. El sonido, si bien no fue malo, no estuvo a la altura que todos hubiésemos deseado (incluso el grupo) para apreciar la multitud de ambientes sonoros que allí recrearon. Por lo demás todo un 10 para The Gift, es hoy por hoy el mejor grupo "inglés" del momento, (a pesar de ser portugueses) dejando en la cuneta a mucha de las producciones que nos vienen de las islas, las mas de las veces más cargadas de publicidad y de marketing que de música en sí.
Toda una perfecta velada que se remató a la salida cuando Sonia Tavares, cargada ya con parte del equipo y embutida en una capa negra, salió a la calle y los muchos que estábamos aún en la puerta irrumpimos con un fuerte y sentido aplauso. Seguro que volverán.
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