Texto y fotos: Musikas.
El pasado viernes 7 de abril nos dispusimos a recibir a uno de los grupos (o mejor dicho "super grupo", ahora veréis el porqué) que más está dando que hablar en los últimos meses a todos los que más o menos seguimos las andanzas del pop hispano. Un hecho que no es casual, y que se debe a dos razones en exclusiva:
Primero: La Costa Brava la han formado Sergio y Fran / Fran y Sergio (el orden de los factores no altera el producto...) dos de los iconos más celebrados y recordados de la primera hornada indie más patria (Sergio en El Niño Gusano y Fran en Australian Blonde). Una mezcla que en muchas revistas de tendencias les ubica en eso que denominan super-grupo, super-banda o super-combo (esto no es un coche?), joder con la manía de definir todo.
Segundo: En menos de dos años, el grupo ha sacado 4 largos en donde abundan, para suerte no ya de los propios fans sino también de ellos mismos, de muchas y muy buenas canciones pop cantadas en castellano. Unos temas perfectamente estructurados tanto musical como letrísticamente, basados en lo estética de los grupos más ye-yes de los 60, y en lo musical abarcando el pop desde esa mágica década, haciendo parada en los 'movidos' 80, para no rematar finalmente en las últimas corrientes de pop melancólico del mundo anglosajón (me estoy refiriendo a grupos como los Flaming Lips).
Así que con esas bazas en la manga nos disponemos, nosotros, sufridos reporteros, a llegar a la hora convenida al concierto. Compruebo en el track list, que íbamos a presenciar todos los allí reunidos un buen combinado de temas de sus cuatro discos, haciendo especial atención a sus dos últimos (Se hacen los interesantes y Llamadas Perdidas)
Nos ubicamos en la sala. ¿De público? pues no estaba nada mal la cosa, en torno a 100 personas, la gran parte de ellos/as bien equipados/as dentro del kit de modernos/as integrales/as. Fuera bromas, estamos en un año donde parece que a todas y todos se nos ha despertado el gusanillo por estar en los conciertos y en muchos en los que me dejo caer me topo con entradas más que aceptables para lo que por aquí se estilaba en otros años. Ole y ole, y que esto siga así.
Dos Ostras. Un gran tema para empezar; una pena no haber podido escuchar las delirantes rimas de Sergio en vivo ("si eres un rayo de sol / ver marchitar una flor / y si no hay de beber / haré orgullo de mi sed"), al cual vimos bastante recuperado de sus últimos problemas sentimentales y físicos. Decir a los fans, a modo de cotilleo, que una semana antes no pudo estar en los conciertos que programaron en Vigo por culpa de esas dos circunstancias, una conlleva la otra y viceversa que lo se yo...
Pero por suerte, aquí en Valladolid si pudimos disfrutar de su presencia y sus cualidades de showman. Y es que a medida que fueron pasando los minutos y las canciones, tanto Sergio como el resto del grupo se fueron desembarazando de una primaria somnoliencia. Algo que desapareció, justo en el momento en que Fran comenzó las rimas de uno de los hits más celebrados de la noche "Adoro a las Pijas" (delirante retroceso hacia la infancia de Fran en su Gijón natal) al cual seguirián otras como "Confianza Ciega" y "Natalia Verbeke" (una de las musas del grupo). Llevábamos así ya más de media hora de concierto y allí nadie echaba de menos los arreglos de viento que si aparecen en sus discos, ¿cómo solucionarlo? pues a silbido limpio o recurriendo al teclado, que situado a modo de altar en el centro del escenario, iría cobrando importancia en el desarrollo del bolo.
Pop directo, sencillo y bien cantado en definitiva, el cual modulan muy bien un "sesentero" Eloy Cases al bajo, pleno de risas y de poses beatlenianas, junto con la buena pegada de Enrique Moreno a la batería. Cerraba el quinteto Dani Garuz a la guitarra, pero de él hablaremos más tarde. Una de las anécdotas fue la subida al escenario de un ¿sexto? integrante de la banda (para mí que era un manager o algo así...) para abrazarse (verídico) a los teclados y mamporrear uno de los temas de la noche. Por suerte o por desgracia (seguro que sonaba hasta bien) desde la mesa le desconectaron el sonido dejándole con sus acrobacias y sus poses al chaval. La foto muestra la pasión del momento.
Siguen los aplausos, el público pasándolo en grande. En las primeras filas veíamos desde nuestra posición de comentaristas - que ganas tenía de decir este término tan futbolero - como las chicas de barrio levantaban los brazos, como Fernando y Dani haciendo de c3-po y se marcan unos pases de robot, o como Sergio estuvo desde la mitad del concierto subiendo y bajando del escenario, sentado en las butacas o bebiendo alegremente con algún que otro espectador, y como Fran disfruta cantando en castellano desde hace un tiempo (que lejos quedan los tiempos 'grunges' de los primeros Australian Blonde), etc etc. Buen rollo en general.
Siguen cayendo temas: "33", "Favorita", "La Condesa Aragonesa",...Dani Garuz toma el mando en la canción "La música, las drogas, el laser, las minifaldas..."y recrea uno de los momentos más "fangoria" o "Aviador-dro" del repertorio costabravense. Recordaros que en La costa brava han arribado muchos barcos musicales, entre ellos Golpes Bajos, Los Modulos o Serge Gainsbourg a modo de versiones psicodélicas.
Llegan los bises. En ese instante, Fran sube al escenario con la guitarra y consigue, con algún pequeño olvido en los acordes, recrearnos "La Vida Sigue Igual" original del sin par Julito Iglesias, una letra más que apropiada para el momento. Tocaba despedirse y lo hicieron con un verdadero himno, el "Nada Más" de los extintos Mama. Un gran tema de la movida, que nos dejó un muy buen sabor de boca. En fin, manos a los bolsos y a la calle. La noche acababa de comenzar, si señor.
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