Texto y fotos: Juan Jesús García.
Vinicius Cantuária: Brasil 'cool'
El cantante, compositor y multiinstrumentista Vinicius Cantuária dio el pasado 17 de noviembre la única actuación de esta temporada en España, y lo hizo en el ciclo Jazz World que desde hace dos años acompaña al Festival de Jazz de Granada.
Recién llegado de actuar durante varios días en el prestigioso Ronnie Scott Club londinense, el músico brasileño hizo una actuación en la que recorrió en directo toda la trayectoria que él ha realizado dentro de la bossa, desde la calidez del sonido tradicional a los desarrollos más intelectualizados y abstractos. Cantuária somete a los tradicionales sonidos brasileños a un proceso de refinamiento que le permite ocupar a distancia un privilegiado lugar en la rica escena musical brasileña.
Realizó una fusión brillante entre jazz, algo de blues y bastante bossa, el resultado podría ser calificado como bossa novísima, por su carácter contemporáneo, entendiendo como tal el toque 'cool' con que se acerca a músicas muchos más templadas. Una suerte de minimalismo entre confidente y ausente, susurrante y a ratos apesadumbrado que tan sólo se elevó de tono en algunas piezas en las que un pasado remoto como roquero se dejaba entrever. Haciendo una pirueta en el tiempo podría haber sido el concepto sonoro de una noche con Miles Davis y Tom Jobim en el escenario.
No es de extrañar que haya hecho migas guitarristas tan galácticos como Frisell (con quien firmará su próximo disco) o personajes multidimensionales como Laurie Anderson. De todo este inquieto entorno, incluido el lobby brasileño en N.York, quizás haya sido Marc Ribot el que haya sintonizado mejor con el espíritu de este nordestino errante, algo perceptible en el tratamiento de guitarras abierto, redundante, y meticulosamente indolente. Más allá del transvase de influencias, a él fue indirectamente dedicado el tema 'Cubanos postizos' en referencia a la banda que le acompañó en el homenaje al tresero ciego Arsenio Rodríguez.
Con la ausencia del anunciado trompetista Michel Leonard , su grupo de acompañamiento fue el que en su momento bautizó con el nombre de Heavy Bossa, donde la exquisitez del baterista Paulo Braga iluminó el escenario mucho más que los focos halógenos. Sus otros dos compañeros secundaron tanto la penumbra ensimismada y doliente del solista (cuando jugueteaba con la guitarra en términos de blues, por momentos uno veía a Antonio Vega), con pequeños efectos y suaves acompañamientos como le empujaban en los momentos más álgidos hacia una extroversión casi prohibida por su carácter.
Junto a animosos números como el mencionado de los cubanos, 'Coraçao vagabundo' y 'Oh barquinho' , otras como el Ligia de Jobim, 'Perritos' fueron la intimista cara B de un concierto denominado solidario, aunque mal día para serlo cuando en frente jugaba la sección española de fútbol. Como no podía ser de otra manera Cantuária avanzó en directo el triunfo local por "dos a cero gana España, con dos goles de Raúl" entre canción y canción, y es que por más vanguardismos neoyorkinos el fútbol es un asunto genético en Brasil.
|