Texto: Juan Garrancho.
Fotos: Agustín Zafra.
Cómo encontrar "la felicidad"
Cuando llegué al recinto donde se celebraba el concierto de Elefantes no pude evitar sentirme sorprendido: ¡el lugar estaba totalmente vacío!.
Eran las 23:30, hora estimada para el inicio y allí no había nadie. Solamente los técnicos del grupo, los encargados de las barras del bar y los guardas de seguridad que daban vueltas dentro. Curiosamente, un solo hombre subido sobre un mini escenario, con luces y focos de colores incluidos, rodeado por un equipo de teclados, programaciones y unos altavoces, intentaba amenizar la espera frente al espacio vacío que había en frente suya. Él mismo era el encargado de interpretar con mucho arte y valor, canciones de Celtas Cortos, Estopa, Triana y clásicos verbeneros populares con su equipo, dándole un aire como si un espectáculo de una banda de gitanos con su cabra se tratase. El hombre no parecía desilusionarse ante la escasez de público y era todo un espectáculo verlo como se defendía. Seguramente la gente que no lo viera, pero que lo escuchase desde fuera, debió pensar que se trataba de una multi-orquesta de éstas que van recorriendo los pueblos cada verano. Viendo a este hombre comprendí que lo importante era pasarlo bien sin importar la gente que haya en un lugar. Creo que Elefantes es una banda que tiene esta misma filosofía y para ellos tocar delante de un grupo reducido de personas supone lo mismo que hacerlo frente a miles, así que con mucha o poca gente, el concierto seguro que sería igual de bueno. Además Elefantes allí donde van, reciben el cariño y la entrega de toda la gente que asiste a sus conciertos, al igual que ellos lo transmiten sobre el escenario.
De repente el paisaje del lugar cambió y como si todos los habitantes del pueblo se hubiesen puesto de acuerdo, fueron llenando el recinto y agolpándose junto al escenario. El color y calor eran ahora totalmente distintos. Está claro que no nos encontramos en un país del norte y que para nosotros la noche siempre es muy especial y llena de magia.
Con los gritos de la gente, la banda no se hizo más de rogar y poco a poco fueron entrando y ocupando sus respectivos puestos mientras empezaban con "Quedémonos juntitos". Al momento, Shuarma apareció elegantemente vestido con un traje azul claro para interpretar esta canción en la que poco a poco va subiendo de intensidad. Tras esto llego "Vuelves a hacerte notar", una de las canciones menos conocidas de su anterior disco "Azul", pero que en directo funciona bastante bien por su energía como así se pudo comprobar. Rápidamente volvieron a por temas de lo que hasta el momento es su último disco "La forma de mover tus manos", presentando "Que yo no lo sabía" (una de sus canciones más populares y que Shuarma aprovecho para preguntar si alguien estaba enamorado), "Tan difícil como amar" y "Vale la pena vivir".
Nuevamente volvían a su exitoso segundo disco "Azul" para tocar una conmovedora "Si no te siento" llena de sentimiento, seguida por una de las canciones más esperadas de la noche y que la gente coreó a pleno pulmón: "Azul".
Pasado el ecuador del concierto, Elefantes ya hacía tiempo que se habían metido en el bolsillo al numeroso y variopinto público que asistía allí a una demostración de una banda con mucha personalidad y que lo estaba dando todo, hasta conseguir dejar sin aliento a los que cantaban y se movían al ritmo de sus canciones. Precisamente tras unas enérgicas "Me he vuelto a equivocar" y "Por verte pasar" llegó la canción con la que en su momento presentaron "La forma de mover tus manos" y que en directo provoca prácticamente la extenuación: "Me falta el aliento". El público acompañó con palmas, contagiando también el siguiente tema "Por la mañá".
Sin duda, el momento más álgido de la noche fue cuando el teclista Jaime de Burgos, empezó con la introducción de la que fue la canción mejor recibida de toda la noche: "La felicidad" Canción perteneciente a Bushido, trabajo con el que nos sorprendieron a principios de este año cuatro genios como son Shuarma, Enrique Bunbury, Morti y Carlos Ann. Un proyecto que el mismo día que salió a la luz, expiró. Afortunadamente Elefantes en sus conciertos siempre regalan alguna canción, que es muy bien recibida. Además en la parte final, Shuarma hizo una pausa animando a que la gente cantara cada vez más y más alto eso de "y si te miro... y si te siento...y si me acerco más a ti..."
Sin dar tiempo para recuperase de "La felicidad", atacaban con "Piedad" otra canción frenética.
El grupo no llegó a hacer bises porque el público con sus gritos no dejó que abandonaran el escenario. Así que, las dos canciones que tenían preparadas para concluir el concierto sonaron sin que los componentes del grupo abandonaran el escenario. Únicamente dieron un respiro para que Jordi, el batería del grupo, cambiara la batería por una cajón antes de empezar a tocar "La niña morena", una canción con aire flamenco.
Para terminar el concierto el grupo interpretó la famosa versión popularizada por Bambino del tema "Se me va", en lo que fue un inmejorable fin de fiesta entre los gritos de "otra, otra, otra...". Tal vez el concierto fue un poco corto y hubiera gustado escuchar algún tema más como de su primer disco "El hombre pez" del que no tocaron ninguno, o del CD que acompañaba a la reedición de "La forma de mover tus manos".
No obstante todos quedamos satisfechos y esa noche se hizo justicia. Tras el concierto de Elefantes, Pedro, "el hombre orquesta", volvió a interpretar sus peculiares versiones. Ahora contó con algo más de audiencia, incluso Shuarma llegó a acercarse para escucharlo. Una fantástica noche llena de música popular.
Set-list:
Quedémonos juntitos
Vuelves a hacerte notar
Que yo no lo sabía
Tan difícil como amar
Vale la pena vivir así
Si no te siento
Azul
Me he vuelto a equivocar
Por verte pasar
Me falta el aliento
Por la mañá
La felicidad
Piedad
La niña morena
Se me va
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