Texto y fotos: Juan Jesús García.


"Yo te quiero gitanito"

Amigos, compañeros y admiradores de Joe Strummer le recordaron en el Centro de Interpretación del Sacromonte 

En sus visitas a Granada y Almería el que fuera cantante, guitarrista y compositor de The Clash dejó un recuerdo de sorpresas, amistades, anécdotas, curiosidades y admiración hacia uno de los personajes clave en la música de finales del siglo pasado. El presentador del reciente disco antológico finaliza sus palabras asegurando, y es cierto, que pocos grupos de rock pueden cambiar una vida, y The Clash lo hicieron. Buena parte del medio millar de personas que se congregaron en el Centro de Documentación del Sacromonte, en el Barranco de los Negros (un paraje conocido por Strummer que frecuentaba el restaurante Juanillo situado a sus pies) habían visto cambiado sus destinos tras cruzarse con el grupo de Joe y Mick Jones. Y pudieron ser muchos más ya que la noticia de este tributo, (sobre todo que se podría escuchar a Jones cantando canciones Clash), ha corrido por Internet como pólvora encendida que ha habido que apagar insistiendo en que estaba todo el aforo vendido desde hace semanas. Una noche en memoria y recuerdo de un músico que se vivió como un concierto generacional en el que estaban todos los que estuvieron más algún advenedizo, varios turistas curiosos, representantes de un club de fans japonés que se las sabían todas, biógrafos de los Clash, amigos, conocidos, expresivos militantes, punks de guardarropía y una notable representación de medios de comunicación de toda procedencia, alguno preguntado indisimuladamente que quién era "el importante"

Música 'cláshica' 

Como corresponde a este tipo de manifestaciones semiespontáneas (o semiorganizadas según que quiera ver) en donde las buenas intenciones es lo importante, las cuestiones técnicas y formales, esas que condicionan cualquier otra manifestación artística, pasan a segundo plano: aquello fue una maravillosa jam-session de música 'cláshica', pre y post Clash, un entrañable desastre técnico apenas ensayado y una colección de sublimes desafines y errores de los que sólo se salvaron los grupos granadinos, que para eso son grupos hechos y derechos y no sólo un encuentro de amigos por la (buena) causa. Una vez puntualizada la cosa, pasemos adentro ya que en este caso la presentación fue lo menos reseñable de este concierto. 

Unos esforzados italianos del grupo Rato Blanco se presentaron fuera de programa por el solo interés de estar. Y es que ya digo, este Joe Strummer Day, precisamente el día que cumpliría 51 años, ha sido la noticia de alcance del verano granadino. Mezcal, Lapido y Lagartija Nick tiene en común que sus cabezas visibles estuvieron en 091 cuando Strummer les produjo -y no siempre pacíficamente- el disco 'Más de cien lobos'. Aquellos Ceros son hoy un dúo de versiones de lujo capaces de incendiar aún más el 'London Calling' , un solista que se apuntó el más reciente 'X-Ray Sstyle' y un combo siempre despistante capaz de meter en el mismo saco a Lorca, Víctor Jara y el Joe de 'Leopardskin limousines'. Además del 'obligatorio' tema Strumer completaron sus actuaciones con temas de su repertorio habitual. A destacar el 'La casida del herido por el agua' de los Lagartija con el aporte de Jesús Arias (Exxon Valdez?) y Tymon Doog en la voz y su fogoso y despeluchado violín. 

Bombas españolas

Obviamente el interés estaba centrado en Mick Jones, garboso cincuentón de chaqueta blanca con la misma percha de entonces cuando se cuelga la guitarra, el mismo tipo que dinamitó el futuro de The Clash al salirse por la puerta trasera. A su lado compañeros de Joe en diversas bandas, The Pogues, 1001`s y Mescaleros junto con nuestro Tom Lardner, encargado de sustituir vocalmente al ausente, curiosa situación para un músico americano que reverenciaba a Strummer tras no perderse ninguno de sus conciertos en Nueva York. 

Está claro que todo el mundo quería escuchar canciones de The Clash, pero este temporal grupo no estaba para eso sólo. La idea es recordar la trayectoria del ausente, desde el arriscado pubrock de los 1001`s, pasando por los himnos que firmara con Jones, para llegar a la fusión etnorock de los últimos tiempos. Que 'Train in vain' (un tema escondido sin título en la versión original del 'London Calling') o la cara b del 'Ruber dub' no era lo que la gente necesitaba era obvio, y afortunadamente sonaron 'Jannie Jones' , 'I am bored with the USA' y un obligatorio 'Spanish bombs' , dedicada a estas tierras y que recordaba José Antonio que convertido ya en 'el Pepe' Strummer, deseaba cambiar la letra del "yo te quiero finito" original por un "yo te quiero gitanito" más de la tierra. Poca dosis para tanta carencia, pero el que desee más tiene dos DVD`S ahora mismo en el mercado con material original. Como a mediados de los 70, en los 1001`s, abrieron con el 'Letsabitarockin' y cerraron con el 'Gloria', lo que mejor les salió ya que. esa sí que se la sabían todos. 

Los Clash nunca pasaron de Madrid para abajo, en aquellos tiempos, no como ahora, Granada estaba al lado de Nairobi para los programadores de conciertos. Lo que tuvimos anoche en versión 'venid y vamos todos' a tocar un rato es lo más cerca que podremos estar nunca del mítico grupo. Y fue emocionante para los que vivieron un antes y un después de The Clash. Hasta la lágrima.