Fotos:
José Rojas.
Aproximadamente 600 personas se dieron cita en la Carpa de Sallent para asistir a la presentación europea de BAJO FONDO TANGO CLUB, el proyecto liderado por los productores y músicos rioplatenses Gustavo Santaolalla y Juan Camprodónico.
La propuesta de este ensemble es la de revisitar el tango desde un punto de vista contemporáneo: trip, house, chill y drum and bass al servicio de las tonalidades porteñas.
El espectáculo de Bajo Fondo comenzó antes incluso de subir a escena, pues mientras sonaba el pre-set de entrada la sala se llenaba de humo, para poner al público en ambiente portuario. A continuación subió la formación al completo, compuesta por Gustavo Santaolalla (guitarra y pads), Juan Camprodónico (ordenador), Luciano Supervielle (ordenador), Martín Ferres (bandonéon), Gabriel Casacubarta (contrabajo), Javier Casalla (violín) y Verónica Loza (videoproyección). Empezaron con "Vacío", uno de los títulos de su único trabajo discográfico hasta la fecha (la cosa promete continuar), dejando claro cuál iba a ser la tónica de la propuesta: una línea de bajo insistente, sobre la que se instalaban golpes de bandoneón y violín, con una textura de claro sabor "dance". Mientras tanto, Verónica manipulaba las imágenes que dormían en su ordenador proyectándolas en una pantalla de espaldas a los músicos: tomas de Buenos Aires, de Montevideo, de Adriana Varela (mientras reinterpretaban "Perfume" en su propia clave), o de trenes y raíles ensamblándose. Un recuerdo a los espectáculos multifuncionales de Laurie Anderson en los '90.
Otros temas destacables fueron esa revisión de Camprodónico del tema de Piazzola, que tituló "En mí / Soledad", que fue un alarde de fuga tanguera y de buen gusto sonoro. O el clásico "Naranjo en flor" al que Verónica Loza puso voz.
Una vez llegados al ecuador del concierto, los Bajo Fondo dejaron a Camprodónico y Supervielle en escena para que estos ejecutaran la segunda parte del programa, consistente en una sesión de baile.
La acogida del público fue tal que los Bajo Fondo no pudieron por menos que volver a ocupar el escenario y repetir algunos de los temas ya tocados. El ambiente era de perfecta comunión entre la asistencia y los músicos: estos se mostraban halagados por la recepción del público pirenaico, y exultantes tras haber conocido pocas horas antes su candidatura a los Grammy latinos: mejor disco instrumental, y 12 candidaturas de Santaolalla como productor -no olvidemos que, hoy por hoy, es el gran orfebre de la música latina: todo lo que toca lo convierte en piedra preciosa, tanto para la industria del disco (produce a Café Tacuba, Los Juanes, Molotov, Kronos Quartet...) como la del cine (BSO de "Amores perros").
Un gran concierto que abre nuevos caminos para la world music: la reconsideración, en clave contemporánea, de la tradición y de las raíces.
Respeto
e irreverencia
Texto: Paco Salas
Así podríamos resumir la propuesta musical de esta cuadrilla de
músicos del Río de la Plata que abarrotaron la carpa de Sallent de Gallego la noche del martes 22. De la mano del
gurú Gustavo Santaolalla, este grupo de argentinos y uruguayos demostraron que la corriente actual que se dedica a mezclar la
música étnica con la electrónica tiene su
razón de ser en algunos casos, pues en otros lo que sacan es un refrito infumable e
indigerible, incluso con Almax.
Aquí, en Pirineos-Sur, desplegaron toda su
artillería pesada en la primera parte, creando una
atmósfera propicia para desarrollar su propuesta, que es mucho
más que musical. La puesta en escena del grupo esta muy bien cuidada, creando tres planos virtuales: la
videoproyección del fondo, los
músicos en el primer plano, y en medio de este torrente de
música e imágenes, unas voces en off que nos acercan a tangueros
históricos al primer plano, para desde ahí fundirlos con los avances
tecnológicos con un resultado sorprendente.
De todas maneras debemos retomar el asunto de la memoria
histórica y retrotraernos en el tiempo, para encontrar que hace alrededor de 25 años Astor Piazzola y Gerry Mulligan sacaron un disco de titulo "Tango Nuevo", que tiene mucho que ver con el
armazón clásico y sinfónico de estos Bajo Fondo Tango
Club. Y ahí creo que
está el mérito de estos tipos, que como os
decíamos al principio de la
crónica son una mezcla de respeto e
irreverencia, con un resultado muy
aceptable, en su primera
actuación en Europa.
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