Texto
y fotos: Ramón Castillo.
El día 21 de julio pudimos asistir a uno de los mejores conciertos que se hayan podido dar en Andalucía. Pudimos contar con la presencia del grupo británico de progresivo de los años 70 con la formación más clásica. Tras el álbum
"Magnification" del 2001, grabado con una orquesta sinfónica, Yes volvía a reclutar a Rick Wakeman y con él iniciaban una gira de nueva reunión (y van...) por todo el mundo.
Los que allí nos reuníamos esperábamos con nerviosismo el inicio del concierto. Nos preguntábamos
qué Yes veríamos. Tras una serie de años en los que habían perdido el rumbo, parece que estos últimos años han vuelto a recordar
qué fue lo que los hizo grandes. La duda se resolvió cuando empezaron a sonar la intro. El grupo salió al escenario a saludar, y pudimos ver la cara de felicidad que tenían todos, hasta Steve Howe, que en sus anteriores conciertos en España fue incapaz de sonreír una sola vez (todos sabemos que no se hablaba con algunos de los miembros de la formación de entonces).
El concierto lo abrieron con la clásica "Siberian Kathru". Todos pudimos admirar el increíble sonido. Parecía que estábamos escuchando un CD, de lo limpio y claro que sonaba el concierto. Era increíble ver tanto virtuosismo en el escenario creando canciones tan bellas. Si hay algo de lo que adolecen la mayoría de los grupos de progresivo es de canciones bellas, cosa de la que Yes puede sentirse orgulloso. Después pasaron a tocar "Magnification", canción de su último álbum, en la que Rick consiguió que no notásemos la falta de la orquesta. Jon sacó una especie de guitarra acústica que a todos nos dejó sorprendidos. No fue el único en sacar algún instrumento especial.
Steve llegó a sacar hasta ocho guitarras, entre españolas, acústicas, eléctricas y un slide. El primer tema fue la primera sorpresa de la noche:
"Don't kill the whale", del álbum Tormato. El grupo sabía
cómo hacerse con los fans, manteniendo mucho contacto con ellos. Chris sabia realmente conectar con todos, con sus grandes poses, y acercándose todo el rato al público.
Uno a uno, fueron cayendo clásicos del grupo, como "In the presence of",
"We have heaven", "South Side of the Sky" o
"And you and I". Era el momento para el solo de Steve. Se sentó en el centro del escenario para deleitarnos con "To be over" y
"The clap". No paraba de sonreír, con sus gafillas, demostrando que estaba disfrutando con cada momento del concierto. Ya se le había visto muy cómplice con Rick, pero durante el solo tuvo un momento especial con su público.
El siguiente momento fue para Rick. Desde su altar hizo una bella y perfecta interpretación de "The Six Wives of Henry VIII". No
hacía más que saltar de un teclado a otro (pude contar 8 teclados encima del escenario), demostrando por
qué se le considera el mejor teclista de rock de la historia.
Continuaron con "Heart of the sunrise" y "Long distance runaround", más un tema nuevo que saldrá en el próximo álbum, para pasar a un increíble medley que interpretaron Chris y Allan. El señor Squire no hacía más que saltar de un lado para otro tocando y dejando ver
quién es el gran líder de este grupo.
A continuación tocaron "Awaken", único tema de 20 minutos que tocaron esa noche. Veinte minutos de interpretación perfecta, con sonido perfecto. Todos estábamos maravillados de que alguien pudiese interpretar un tema así con tanto virtuosismo en directo. Squire tocó con su clásico bajo de tres mástiles, y también pudimos contar con el solo de arpa del cantante Jon, el cual se sentó para interpretarlo.
El grupo marchó del escenario para volver e interpretar dos de sus grandes clásicos: "I've seen all good people" y "Roundabout". Habían sido dos horas y media de concierto y todos queríamos más. Se nos hizo corto, y todos echábamos de menos algunos temas (no tocaron
"Starship trooper", y la gente les había pedido
"Closer to the heart").
El grupo demostró que les queda cuerda para rato. El año que viene realizarán la gira de 35 aniversario, y no sería de extrañar que volviesen a España. Esperemos que la organización vuelva a traerlos (un acierto lo de Estepona: me sentía extranjero allí entre tanto guiri). Y esta vez, id a verlos.
|