Texto y fotos: Juan Jesús García.


Pardo-Benavent-Geraldo: cuarteto de tres

Cuando se habla de flamenco y jazz, un entorno mixto en el que últimamente habitan casi todos los músicos de jazz (espontáneamente o no, que esa es otra historia, la de la exportación), el trío formado por Jorge Pardo, Benavent y Tino di Geraldo se impone abrumadoramente. Ya antes Iturralde había abierto la brecha, pero tiró la piedra y retiró el saxo (pero, ojo, que allí estuvo ya tocando Paco de Lucía). Hasta que Pardo y Benavent no coincidieron hace 20 años ya! en el sexteto del mismo Paco de Lucía no entraron en contacto con el flamenco en carne y hueso, ya que hasta entonces ambos hacían una suerte de jazz-rock-fusión, con Dolores o Max Suñé. Desde entonces ambos han desarrollado sus instrumentos de forma pionera dentro del flamenco, hasta ser requeridos asiduamente por ambos sectores para grabaciones y conciertos. 
En este caso llegaban dentro de una programación de flamenco como hace unos meses lo hicieron en el festival de jazz. En ambos casos llenaron los dos teatros donde actuaban, una buena señal para los músicos españoles. 

El trío hace gala de una compenetración y un respeto de años, entre ellos se reparten el temario tanto en disco (Maestranza de Sevilla...) como en conciertos sin problemas de liderazgo, los tres son personajes de gran peso especifico en el oficio, entre otras razones porque se han tenido que inventar su sitio y su lenguaje ya que no tenían modelos previos, asegura Jorge que atendiendo a los cantaores y Carlos que a los guitarristas. Paco de Lucía los unió en el flamenco, y desde entonces su concepto libre de la música (y la vida) permanece junto a ellos: son tres en dos o cuatro por tres. 

El paño que manejan está zurcido a dos caras y el hilo es transparente, cambian de registro y voz sin solución de continuidad: la bulerías hablan bebop y el bajo gomoso de Benavent pone a Jaco Pasatorius a zapatear. De blanco y de negro, Pardo y Carlos son sin embargo gemelos en intuición, yin y yin que sin los cueros tocan el cielo con el lirismo del soprano en 'Okinawa', belicista título para un tema tan exquisito firmado por el catalán. Joropos, bulerías, swing, bop son frecuentados por este trío de ejecución sin alardes ni ánimo de epatar, Pardo es la exactitud y la nobleza por definición, Benavent una máquina burbujeante sin trastes y Di Geraldo el sustento justo, fiel y versátil para todo el entramado. Faltó el habitual Grilo, pero no se puede tener de todo, y ya estaba Paco al fondo del fondo.