Texto: Juanma Cantos
Fotos: Javier Rosa


A veces la vida depara regalos inesperados. "Lali Puna" se presentaba en Granada y, a última hora, pude conseguir una invitación para el concierto, reservado a habituales de la sala y fans ávidos por ver a una de las bandas más radiantes de la actualidad. Cuentan que hasta el mismísimo Thom Yorke ("Radiohead") vio en "Tridecoder" (Darla Records / Morr Music, 1999), motivo de inspiración para su "Amnesiac". Yo, por motivos bien distintos, me conformaba con ver cómo el cuarteto lograba llevar al directo su arriesgada propuesta pop-electrónica.

La gozada se abrió con "Don't Think" y ya se pudo ver que la puesta en escena de los temas va más allá de la simple reiteración hipnótica para abarcar terrenos cercanos al baile, detallando, arreglando y explotando la cadencia y el arrebato de cada uno de los temas.

Innegablemente influenciados por "Stereolab" (quítenle psicodelia y añádanle guitarreo para corroborarlo) y, como no podía ser de otro modo, reconocidos seguidores de "Mouse on Mars" -incluso Florian Zimmer salió al escenario con una camiseta-, el cuarteto alemán sorprende por su radiante mezcla de synth-pop ochentero (enriqueciendo y complementando propuestas tan claramente pop como la de "Ladytron") y post-rock, materializado en inextinguibles loops sintetizados, rotos por la susurrante y tímida voz de Valerie Trebeljahr, y humanizados por el bajo de Markus Acher ("Notwist") y la batería de Christoph Brander.

Secuencialmente rodeados por loops que iban haciéndose más y más envolventes con el transcurso de los minutos, la banda se asentó sobre el escenario y regaló varias joyas tales como "Rapariga Da Banheira" -un guiño a la infancia de Valerie Trebeljahr, vivida en Portugal- o "Middle Curse".