Grande desde el primer día
Backyard Babies, Bellrays y Diamon Dogs, triunfadores de un festival que apunta muy alto ya en su primera edición
Qué se puede decir de un festival que, en su primera edición, congrega a bandas como Backyard Babies, Sex Museum, Bonzos, Diamond Dogs, Bellrays, Supersuckers, Five Horse Johnson o Mudhoney. Pues que es la hostia. Guitarras por todos los lados y actitud sobre el escenario durante tres días. Eso fue el Azkena de 2002, una edición que se recordará en especial por las actuaciones de Backyard Babies, Bellrays y Diamon Dogs, sin olvidar a veteranos como Mudhoney o Sex Museum.
Y es que Backyard Babies, que en Vitoria presentaron su último trabajo "Making enemies is good" demostraron el porqué siguen siendo una de las mejores bandas de rock europeo del momento, y eso que dicen que se están haciendo más comerciales. Pues si la actuación de los escandinavos en el Azkena fue comercial. viva el comercio. Dregen sabe de qué va esto y ofreció, junto con Nicke Borg, un pedazo de concierto en donde quedó muy clarito que las guitarras, cuanto más alto, mejor. Desde luego, uno de los mejores directos de todo el festival.
Otra de las actuaciones que se llevaron premio fue la de los californianos Bellrays. Pero es que este grupo lleva ventaja sobre el resto: Lisa Kekaula, una powerwoman de dimensiones considerables y pelucón afro que se basta por sí misma para arrasar sobre el escenario. Qué voz, qué potencia, que placer! Bellrays es como si se juntan los MC5 con la más salvaje Tina Turner. El resultado no puede ser otra cosa que litros de sudor y un sonido que el propio grupo califica de Maximun Rock & Soul. Pues eso. El concierto fue visceral, sucio, vicioso, pura actitud de peligro en el Rock & Soul. Desde el poder guitarrero a las desgarradoras baladas, Bellrays hicieron del polideportivo en el que se celebra el Azkena una verdadera fiesta llena de fuerza sonora. Geniales.
El tercer concierto que se debe destacar necesariamente del Azkena Rock 2002 es el protagonizado por Diamon Dogs, los otros escandinavos triunfadores. Y es que los suecos poseen uno de los mejores directos del momento. Potentes en todas sus facetas, siempre de más a más, Sulo y sus compinches se marcaron una sesión de rock and roll con mayúsculas que, además, ponía fin a su gira en España. Pues se despidieron a gusto, los muy perros. Sonido sin concesiones y derroche de facultades para mantener el listón del festival muy alto, tanto como lo habían dejado en días anteriores los Backyard Babies o los Bellrays.
Posiblemente, esos conciertos fueron lo mejor de una edición que también tuvo actuaciones para enmarcar, como la de Sex Museum. Y es que los madrileños son muy buenos, y lo llevan siendo muchos años. En Vitoria hicieron un experimento con dos baterías y la cosa quedó atronadora. Espectaculares y plenos de energía, Sex Museun volvieron a demostrar por qué sigue ahí después de tantos años.
Bonzos fue la otra banda nacional con mejor toque en el Azkena. Los bilbainos tienen muy claro su sonido y lo saben interpretar. Piernas abiertas, 1-2-3-4 y velocidad ramoniana para bailar. A pesar de ser una excelente banda, poca gente aprecia verdaderamente el trabajo de los vascos, que la verdad es que se salen cuando se suben a un escenario.
Mudhoney o Supersuckers eran las presumibles estrellas del festival y no es que defraudaran, pero se dejaron ganar. Los primeros cumplieron sin más, con ese rock oscuro precursor del grunge que anima pero no rompe. Sin embargo, nadie puede dudar a estas alturas de su calidad. No obstante, se esperaba más de los de
Seattle. Supersuckers podrían haber reventado el polideportivo, ya que actuaron tras Bellrays y la gente quería seguir a tope, y si hay algo que se les da bien a los americanos es ir a tope. Pero problemas técnicos dejaron el bolo en una permanente interrupción y el concierto se vino abajo. Una pena, porque Supersuckers son enormes y, en condiciones normales, los de Tucson estarían dentro de los triunfadores del festival.
En cualquier caso, el conjunto de la primera edición del Azkena no pudo ser más positiva. Una estupenda cita rock que, de seguir así, se hará necesariamente grande en poco tiempo.
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