Los
mensajes comprometidos y los ritmos
trepidantes llegaron a Pirineos Sur con Mallacán.
Texto: Concha Lardiés.
Foto: Pilar Hurtado.
El Festival Pirineos Sur inició anoche un
homenaje a los grupos y solistas que tienen un
objetivo común: trasmitir un mensaje de
esperanza a través de estilos musicales
distintos. Este programa, que se prolongará
hasta el día 31 de julio, se comenzó con la
energía de la agrupación aragonesa "Mallacán"
en la Carpa de Sallent de Gállego, donde el
grupo mostró, una vez más, que su fusión
mestiza sirve de cauce para la difusión de
una serie de mensajes comprometidos con causas
como la ecología, el feminismo, las culturas
y los pueblos amenazados.
Con la algarabía propia del grupo y su música
insurgente la noche del domingo se convirtió
en una explosión festiva en Pirineos Sur.
Esta agrupación nació en 1994 con la intención
de romper tópicos en torno al uso del idioma
aragonés como medio de expresión musical y
de buscar nuevos caminos en la fusión del
rock con otras tendencias como el reggae, el
ska, el rap y el folk, propuestas que
desarrolló en el escenario de Pirineos Sur,
totalmente lleno de público.
Enma Martínez, (voz y pandereta) Fernando
Llorente (voz y guitarra), Sito Andrés
(guitarra), Arturo Sánchez (batería) Chabi
Crespo, (acordeón, teclados y voz) Rafael Sánchez,
(gaita de boto, dulzaina, trompeta y
percusiones) Álex García, (trombón y
percusiones) y Maria Irigoyen (bajo)
ofrecieron un gran espectáculo musical en el
que el público no paró de bailar al ritmo de
"Resiste, resiste", "Romería
de San Antón" o "Faxistas, razistas".
El grupo, heredero de Ixo Rai pero con
mensajes más radicalizados tanto musicalmente
como ideológicamente, reivindicó en el
escenario la identidad aragonesa durante más
de dos horas y media, tiempo aproximado que
duró el concierto.
Mallacán:
Mallacán nace en 1994 con la intención de romper tópicos en torno al uso del idioma aragonés como medio de expresión musical y de buscar nuevos caminos en la fusión del rock con otras tendencias como el reggae, el ska, el rap, o el folk ... surgiendo así una propuesta mestiza que sirve de cauce para la difusión de una serie de mensajes comprometidos con causas como la ecología, el feminismo, las culturas y los pueblos amenazados, etc.
Con esta filosofía, Mallacán comienza su andadura tocando a lo largo y ancho de Aragón, Catalunya y Euskadi en conciertos solidarios, a favor de la lengua aragonesa, en fiestas locales, etc. Los conciertos se caracterizan por aunar diversión y compromiso, fiesta y reivindicación. A la potencia de las base rítmica y guitarras eléctricas se une la sonoridad característica de la gaita de boto aragonesa o el acordeón, dando como resultado una música original y repleta de energía.
Tras diversos parones debidos a la marcha de algunos de sus miembros, el grupo consolida su formación actual a principios del 98 con la incorporación de Elena. Desde entonces su actividad ha sido constante, sin parar nunca de tocar y creando una base muy sólida de seguidores sobre todo en Aragón, Catalunya y Euzkadi gracias a su seriedad y a un directo muy potente.
En el 99, Mallacán edita su primer CD Luen d'o paradiso con el sello local Producciones Sin/Con Pasiones. En los doce temas de este trabajo podemos ver la evolución de la banda siempre manteniendo la misma filosofía de mestizaje musical y compromiso donde raíces y folklore aragonés se entrelazan con otro tipo de ritmos.
A finales de abril del 2002, Mallacán edita su segundo CD Chera, chera! (Desobediencia Records) en el que incorporan dos temas en castellano, uno en el dialecto catalán de la franja y otro en francés. Este nuevo trabajo es una confirmación de la madurez de la banda y en este momento están inmersos en su presentación por todo el estado.
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