Texto: Concha Lardiés.
Foto: Pilar Hurtado.
Kali
celebró su 25 aniversario y
grabó un disco en Lanuza.
Kali ofreció un gran espectáculo
musical con nueve estrellas de
la música antillana.
Con un gran espectáculo
musical, Kali, celebró anoche
sus veinticinco años de
carrera en el auditorio
natural de Lanuza en el
transcurso de una gran velada
musical en la que grabó en
directo un nuevo disco que se
distribuirá en España y el
resto de Europa, con otras
nueve grandes estrellas de la
música antillana como Ti
Raoul, Max Ransay, Victor
Treffre y Nicolás Nelzi,
entre otros.
El cantante de Martinica, que
inició el concierto con el
tema "Karayib Leve",
hizo vibrar al público
haciendo referencias
constantes al origen de su música,
el Gwo Ka, una combinación de
voz y ritmo -ka es el nombre
que reciben las percusiones
antillanas-, que resultó
contundente. Referencias que
unió en determinados momentos
con el chouval bwa, (otro
ritmo de carnaval) el biguine
(una música más sofisticada
con influencias de jazz y los
bailes de salón franceses) y
la cadence, (el primer ritmo
moderno de las Antillas
francesas), ofreciendo un
espectáculo único e
irrepetible.
Kali estuvo en escenario prácticamente
durante todo el concierto, que
se prolongó por espacio demás
tres horas. Los primeros en
subir el escenario fueron las
generaciones más jóvenes,
entre ellos estuvo el hijo del
cantante, integrando
lentamente diferentes estilos
hasta llegar a una apoteosis
final magnífica.
Su verbo incisivo, su colorido
lenguaje y la universalidad de
sus mensajes decididamente
antirracistas y contra la
violencia aderezados con un
reggae africano sobrio fueron
las claves de su éxito en el
escenario de Lanuza, donde se
congregaron más de tres mil
personas llegadas de todos los
puntos de la geografía española
y del sur de Francia.
Algunos de los grupos que
grabaron con Kali anoche en
Pirineos Sur han participado
en su último disco "Bèlè
Boum Bap", en el que ha
incorporado nuevos géneros
musicales como el hip hop
caribeño, el raggamuffin,
psicodélico o el zouk-metal,
experimentado con diferentes
estilos para ofrecernos una
mezcla en la que conviven el
pasado y el presente, y una
prospección del futuro de la
música caribeña sin olvidar
las raíces.
El cantante ofreció una
conferencia de prensa horas
antes de actuar en el hotel
Nievesol de Formigal donde
explicó que el embalse donde
cantaría al anochecer era
"realmente mágico".
Kali, conocido como un
aventurero de la memoria y
rebuscador de historias y de músicas,
nació en Saint Pierre (Martinica)
en el seno de una familia de músicos.
Su nombre procede de la serie
de dibujos animados Kalimero
pero también del nombre del
Dios del bien y del mal.
Fundó su primer grupo, "Gaoule",
del que fue cantante y
guitarrista, en 1975. En este
momento descubrió el banjo,
instrumento que le ha acompañado
durante toda su carrera.
Cuatro años más tarde, en
1979, empezó a trabajar con
el grupo "6ème",
con una música en la que
mezclaba el sonido antillano (reggae)
y calipso, que no conoce
fronteras, compartiendo gira
con Touré Cunda.
Uno de sus temas de mayor éxito
es "Reggae Dom-Tom",
que significa el apoyo del
pueblo criollo en su denuncia
contra el racismo y la
esclavitud.
Sus primeros álbumes, "Racines
I y II" (1989 y 1990) son
el resultado de la investigación
entre la tradición y la acústica:
piano y banjo. En 1992, Kali
representó a Francia en el
Festival de Eurovisión con el
tema "Monté la Rivié",
consiguiendo mayores cotas de
popularidad. Dos años más
tarde grabó "Lese La Te
Tounem", trabajo que marcó
una nueva orientación en su
carrera artística. Con su
disco "Debranche",
grabado en 1995, Kali retomó
la fórmula acústica.
Su último disco, "Bèlè
Broum Bap", es un
proyecto intergeneracional que
contribuye a reconciliar
tradición y modernidad. Está
dedicado por completo a todos
los artistas que han trabajado
por preservar la música y la
danza afro-caribeñas.
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