Autor: Juanma Cantos


Es Jay Kay. Un artista único que, como pocos, sabe llenar con su presencia cualquier escenario que se precie. Y llenar, de paso, cualquier recinto en el que se anuncie su presencia. Granada, uno de los centros más destacados de la movida "alternativa" de nuestro país, no podía ser menos.

El encuentro del londinense y su banda con los numerosos fans andaluces no defraudó... a la mayoría. Desde luego, la organización y producción del evento, a cargo de Musiserv, fue uno de los elementos más destacados del espectáculo. El otro, cómo no, el repertorio de saltos y brincos de Jay Kay en cada uno de los temas. 

Casi sin colas previas a la apertura de puertas (salvo los periodistas rezagados que intentábamos acceder a última hora), el recinto elegido (el Palacio de Deportes de Granada) permitió una amplitud en los accesos y en la distribución de público que, sinceramente, se agradeció.

Y Granada, epicentro de la cultura rock y pop en Andalucía, recibió a Jamiroquai como se merece, con un lleno casi total (casi a seis mil personas asistieron al concierto).

Jay Kay respondió brindando lo que mejor sabe hacer, música de baile con un innegable sabor a funky, apoyado en un grupo de músicos sobresalientes, capaces de adaptarse en cada momento a las exigencias del guión y de moverse por el escenario para evitar que Jay Kay les cayera encima en uno de sus saltos.

El repertorio estuvo compuesto por una colección de "big hits" entre los que destacó la sensacional interpretación de "Deeper Underground" (último tema antes de los "bises") que terminó por hacer levantar de sus asientos al público de las gradas (si es que quedaba alguien sentado a esas alturas de concierto).