Texto: Juanma Cantos.
Fotos: Sitoh Ortega.
Por primera vez en su larga historia (dieciséis años como concurso más casi un lustro como muestra), el Concurso Lagarto se enfrentaba a una apertura territorial y estilística como evolución lógica hacia nuevas metas, ineludibles para un concurso que, siendo, sin lugar a dudas, el más prestigioso de Andalucía, comenzaba a estancarse.
Por primera vez, también, ningún grupo jiennense se había clasificado para una final que, como novedad, se celebraba en dos jornadas.
La edición de 2002 supuso, por tanto, una transición hacia un nuevo Lagarto, que necesitará varios años para volver a consolidarse, esta vez como concurso nacional y desprendido finalmente de la etiqueta "rock".
Desalentador fue el inicio de la primera de las dos jornadas. Ante un Auditorio mucho más vacío de lo que un evento de este tipo merece, la psicodelia de "El Columpio Asesino", a la postre ganadores del certamen, el minimalismo de "Kindergarten", la inseguridad de "Fragle" y los toques setenteros de "Euro-Trash Girl" precedieron a unos "Fun'Da'Mental" bajo mínimos.
En la segunda jornada, la experimentación sonora de "Velcro" (segundos clasificados), el power-pop clásico de "Maypang", el hip-hop con raza de "Quilate" y el pop de aires sudamericanos de "Ovni", contaron con una mucho mayor respuesta de público, amparados por la presencia, como invitados, de "Dover", quienes completaron un Lagarto agridulce.
De nuevo, la organización y producción del evento, ajustada en todo momento a las necesidades de los participantes, dentro y fuera del escenario, fue lo más destacado.
Previo:
"Despegando".
Texto: Juanma Cantos.
Fotos: Sitoh Ortega.
El Concurso Lagarto se expande. Tras afianzarse como el más prestigioso concurso de cuantos se celebran en Andalucía, la decimosexta edición del "Lagarto" será recordada como la primera de carácter nacional. Un total de ocho bandas, dos de ellas andaluzas, se verán las caras en Jaén, los días 7 y 8 de junio.
Una ruptura? Una huida hacia adelante? Una mutación necesaria? Una evolución lógica? El más prestigioso de los concursos que se celebran en Andalucía, -y uno de los más veteranos-, el jiennense Lagarto, abre sus puertas a todas las tendencias musicales y a los grupos musicales noveles de todo el país. El ahora simplemente "Concurso Lagarto", desprendido, finalmente, de su cola rockera y alejado ya de ella, alcanza su madurez tras dieciséis años de trabajo bien hecho, con el firme propósito de consolidarse como uno de los concursos de maquetas más importantes del estado.
Lejos quedan aquellas primeras ediciones en las que el "Lagarto Rock" premiaba, año tras año, a las bandas más destacadas de la provincia de Jaén y servía como referencia para un nunca escrito ranking anual de grupos locales y provinciales. Corrían otros tiempos en los que los músicos jiennenses, mucho más numerosos y activos que en la actualidad, medían sus galones por el número de ocasiones en las que habían estado presentes en la ineludible cita de junio con la música "maquetera", en lo que era el atractivo musical más destacado la "feria chica" jiennense.
Su paso a concurso regional, a mediados de los noventa, representó la primera apuesta por consolidar, dotar de autonomía y expandir un festival que, año tras año, ha de luchar contra la estrechez de los presupuestos, fortificándose en un par de avales incuestionables, la calidad de los grupos seleccionados para la final y la acérrima confianza de un público que siempre llena el recinto del Auditorio de La Alameda. Razones de peso que hicieron callar a los agoreros que pronosticaban el descalabro tras el primer salto. Nada más lejos de la realidad. "Cultura Pro-Base", "Eskorzo", "Las Mierdas", "Chupacabras", "Clown", "Profesor Popsnuggle" y tantos otros grupos andaluces que se dieron a conocer gracias al concurso, cimentarán el futuro de un evento que nunca ha perdido de vista su norte.
La reiteración de planteamientos (quince años siguiendo el mismo esquema es mucho tiempo) y la evidente sequía creativa de nuestros días llevaron al Lagarto a un terreno peligroso del que ha escapado antes de enfilar la cuesta abajo.
No nos engañemos. El Concurso Lagarto afronta su primer año de transición, fundamental para poder alcanzar los objetivos que, decididamente y ante la acuciante necesidad de una evolución, se ha planteado.
Plenamente establecido y reconocido en el entorno musical andaluz, el Lagarto ha sido punto de referencia para los grupos de nuestra tierra y modelo a seguir para otros concursos que han nacido siguiendo su exitosa estela. Mantener la solera en Andalucía y alcanzar en el resto del país unas cotas de prestigio acordes con la seriedad y la profesionalidad de las que hace gala el saurio concurso, requerirán un proceso lento, juicioso y de sólida implantación que dará más de un quebradero de cabeza a sus responsables.
La primera respuesta, en forma de maquetas, desde fuera de nuestras fronteras regionales ha supuesto una cura con analgésicos y un soplo de aire fresco propiciado por la borrasca creativa y decididamente innovadora de Barcelona y del Levante. Prácticamente trescientas maquetas de grupos de muy variados estilos e intenciones, procedentes de todos los rincones del país, entre los cuales los andaluces siguen siendo mayoría, han respondido ya a esta apertura y han posibilitado ampliar un abanico de propuestas musicales que comenzaba a polarizarse.
Una apuesta por el futuro y un salto cualitativo. El Concurso Lagarto destierra el trasnochado premio consistente en la grabación de un maxi-cd y apuesta por la autoedición, ofreciendo tres golosos premios en metálico, seis mil, dos mil y mil euros que dejarán satisfechos a casi la mitad de los participantes, ocho desde esta edición.
Repartidos en dos noches, y amparados por la presencia, como grupos invitados, de FUN'DA'MENTAL, el viernes siete, y DOVER, el sábado ocho, ocho conceptos musicales bien diferentes intentarán hacerse acreedores del primer premio. Estas son sus credenciales.
EL COLUMPIO ASESINO es capaz de ofrecer mil caras en su directo. Los pamplonicas se mueven desde el intimismo más denso, calificado por muchos como "post-rock", hasta la concepción más detallista del ruido. Sorprendentes y mutantes en cada uno de sus directos, EL COLUMPIO ASESINO ha sabido ganarse un respeto más que evidente entre la crítica especializada. Guitarras, samples y ritmos cargados componen una macedonia ácida que tuvo cabida en la pasada edición del F.I.B.
Los valencianos KINDERGARTEN reflejan bien a las claras lo que representa la evolución de un grupo musical, aplicada a la adaptación estilística. Originariamente "Los Buenos Días", KINDERGARTEN se aferró a la línea indie imperante en 1993 para autoeditarse "Qué Buen Día", e.p. que les da a conocer. Pronto, en 1995, KINDERGARTEN se acerca a la tecnología para, finalmente, y ya en su etapa actual, optar por el pop electrónico contemporáneo, que retorna a antiguas tendencias, impregnado de letras muy personales y eclécticas que intentan huir de la rutina.
El primero de los grupos andaluces en liza será el proyecto musical de la malagueña Mónica Castell. FRAGLE es toda una sorpresa. Como salidos de la nada, Mónica y su grupo de acompañantes han centrado su esfuerzo en el trabajo de ensayo y no se han prodigado en absoluto sobre el escenario. Con pautas vocales que van desde la menos rabiosa P.J. Harvey a los esbozos rockeros de Shirley Manson ("Garbage"), Mónica Castell, FRAGLE, se autodefine como una urbanita trascendental pretendiendo amar al mundo tal como es.
El cuarteto de aspirantes del viernes se completará con otros valencianos, EURO-TRASH GIRL. La banda de Xátiva, con Judith Casado al frente, toma su nombre de una canción de "Cracker". Y precisamente "Cracker", junto a "Wilco" o "The Jayhawks", son las influencias más destacadas del quinteto.
Asentadas en un esqueleto acústico -básico para entender el sonido de la banda-, las canciones de EURO-TRASH GIRL cobran brío con la conversión eléctrica. Compactos y brillantes, EURO-TRASH GIRL pondrán, a buen seguro, un dulce fin de fiesta previo a la descarga sonora de FUN'DA'MENTAL.
El sábado se abrirá con VELCRO. El trío barcelonés, de origen canario, basa su música en la experimentación sonora, vanguardista, fundamentada en la electrónica pero que no olvida las cualidades de una guitarra distorsionada. Nacidos como "Sobreimagen" en el año 97, pronto se convirtieron en una de las bandas más innovadoras del panorama canario.
Tras varios trabajos editados por Discos Imposibles y Testing Ground, "Sobreimagen" se transforma en VELCRO, fija su zona de acción en Barcelona y consigue, gracias a su primera maqueta, "Tricolor", entrar de pleno derecho, vía "Proyecto Demo", en el cartel del Festival de Benicàssim del pasado año.
El cuarteto valenciano MAYPANG ha bebido del sonido power-pop que Brad Jones hizo grande. Ciertos tintes "mod", guitarras comedidas y canciones redondas, sin más pretensiones que no edulcorar con innovaciones tecnológicas ni elementos exóticos un sonido sincero, pleno de melodías y muy logrados coros, MAYPANG trae hasta nuestros días un estilo clásico y asequible, sin artificios.
El segundo representante andaluz en la final será QUILATE. El MC granadino practica un hip-hop con elementos marcadamente andaluces. QUILATE, (a.k.a. Tekilah), es un personaje muy conocido en la escena hip-hop de nuestra tierra, al haber formado parte de "La Real Academia Del Verso".
Funk, "vibe" californiano, músicas brasileñas, y hasta samples de "Los Brincos" dan forma a unas bases sobre las que QUILATE se desenvuelve con soltura, adoptando una métrica compleja y fluida.
Como si de unos "Supergrass" pasados por el tamiz argentino se tratase, OVNI vendrán desde Barcelona para traer el sonido más cercano al rock de esta edición del Concurso Lagarto y dejar un ambiente propicio para la actuación de DOVER. Formados en Argentina en el año 97, OVNI, tras autoeditarse dos trabajos discográficos "Walkman" y "Supersónica Superstar", con los que se dieron a conocer en el circuito porteño, han madurado un sonido característico, intenso y no ajeno a la psicodelia. Marc ("Sidonie") y el grupo "Carrots" tienen parte de culpa.
|