Con un presupuesto muticienmillonariamente inferior a la orquesta que ostenta el nombre de la ciudad, esto es cero pesetas de subvención y de líquido nada más que lo que aportan sus miembros, que una Big Band subsista en Granada es un milagro. Pero después de llevar viendo "El espíritu de la Navidad" anualmente toda la vida uno ya cree en ellos, y más cuando camino del concierto de esta orquesta ya estaban descargando los renos y las estrellas de Belén en el Corte Inglés.
Y sin embargo ahí está. Con sus veinte miembros de etiqueta y dispuestos a dejar bien alto el pabellón de la ciudad. En esta ocasión amparando a un Perico Sambeat un tanto indolente y despreocupado, por lo menos hasta que vio que lo que tenía delante era serio, y mucho. La Big Band se ha renovado en este año de ausencia, desde el último festival, ya que las dificultades de movimiento en estas condiciones de una banda de estas dimensiones dificulta mucho sus conciertos. Ha habido cambios notables en todas las secciones lo que indica que es un organismo vivo, pero tanto más cuando de pronto se encuentra uno con una notable capacidad solista que antes no tenía y un repertorio propio casi al 100%.
El concierto se dividió en cuatro partes, tres de las cuales correspondieron a la pluma de Kiko Aguado, que ha realizado el ingente esfuerzo de vestir para gran orquesta temas en muchos casos creados para grupos menores. La otra parte correspondió a piezas del saxofonista valenciano, que visto de cerca ponía cara de asombro por los resultados obtenidos sobre su material, anteriormente interpretado también por la Sonora gaditana, y , supongo, la Big de Sedajazz. Enfrentados los unos con los otros los de Sambeat resultaron más ornamentales y con una lógica retro, en sus palabras con una pizca de la orquesta de Basie, otra de Ellington y algo de Thad Jones. El material de Aguado parecía más trabajado y menos continuo, sirvió en un principio para ir calentando motores y cuando sonó "Mamá me gusta el bebop", la formación iba ya a pleno régimen.
Celia Mur intervino en varios temas, el "Pensamiento en Fa" del disco "Secadero" y, curiosamente "Si tú no estás aquí", que acababa de cantar el día anterior con su grupo, no cabe comparación con la pieza de tiros largos y los saxos de Arturo Cid y Perico Sambeat: a lo grande tiene hechura de clásico.
Pero lo más sorprendente de la formación y lo que garantiza el carácter didáctico de esta orquesta ha sido que han salido solistas como setas, al lado de Cid, el director y el invitado, encontramos sitio para el pianista en los nuevos temas, y hay saxofonistas altos (Antonio González), tenores (Cid y Agustín Sánchez ), barítono (Toto Fabris), y trompetistas (Miguel Angel Romero) de pie...y sin complejos, dándole la réplica y el acompañamiento a la elegante perfección de Sambeat, de quien poco se puede añadir a que, efectivamente es el alto con un discurso mejor trenzado y expresado de, puede que toda Europa.
Afortunadamente todo esto no se perderá como lágrimas en la lluvia que decía el replicante, y buena parte de estas grabaciones con otras nuevas en estudio darán forma al primer disco de la Big Band de Granada ya en marcha. Y a escote. Si esto no se llama pasión por el jazz...
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