El bajista camerunés Richard Bona dio un auténtico espectáculo de las posibilidades de un instrumento habitualmente resignado a aparecer en un segundo plano. Bona, conocido por el sobrenombre de "el monstruo" por sus habilidades musicales demostró tener también un enorme sentido del humor, y a lado de ejecuciones que provocaban el asombro por su nivel de virtuosismo, estuvo bromeando toda la noche con el público. Su quinteto, reclutado en países tan diferentes como Surinam, Brasil o Israel, es una auténtica maquinaria de primer orden en el terreno del jazz eléctrico, en la línea de un Pat Metheny o Weather Report. Precisamente de este último grupo hizo una versión, para hacer un recordatorio del desaparecido bajista Jaco Pastorius con el que le asemeja la crítica de todo el mundo. 

Pero este joven músico que se ha permitido el lujo de despreciar a Eric Clapton porque tenía que grabar su segundo disco, tiene además otras muchas facetas muy distintas. Así como cantante es de un preciosismo estremecedor, y entonando en Louala, el lenguaje de su tribu, tiene una variedad de registros casi de ventrílocuo, imita instrumentos y voces de la naturaleza con exactitud, cantando canciones populares de Camerún con una gran dulzura. 

El festival continúa durante toda la semana del 19 al 25 de noviembre con numerosas actividades en sus varios escenarios. La cantante Celia Mur presentará el miércoles su disco Footprints editado por el prestigioso sello Stachmo mientras que la Blues Band de Granada comenzará su sesión de conciertos didácticos destinados a los escolares granadinos en una original iniciativa pedagógica auspiciada por la Orquesta Ciudad de Granada. Según la organización, más de 15.000 personas han presenciado alguna de las más de 30 actividades realizadas hasta ahora.