Texto: Juanma Cantos
Fotos: Javier Rosa.
"Music is, or was, a language of the emotions"
- Charles Mingus.
El Festival Internacional de Jazz de Jaén recuperó en esta segunda entrega su espacio escénico natural, el Chubby Cheek. Un esperado lleno acogió el sincero y vibrante homenaje que el contrabajista catalán, aunque valenciano de adopción, Jordi Vilà y su grupo realizaron a la obra y, por qué no decirlo, a la vida del genial Mingus.
Las ágiles manos con las que Mingus arrancaba con maestría las notas del contrabajo fueron casi tan rápidas y tan exquisitas como su mente. Mingus, aparte de maestro en las cuatro cuerdas, fue un lúcido músico que reflexionó sobre el jazz y sobre la vida de una forma tan compleja y visceral como lo fue su música.
Dentro de un concierto dominado por la esencia de Charles Mingus y basado en su obra, el tema de composición propia con el que el quinteto, con una exquisita puntualidad, abrió la velada, mostró a las claras el gusto por lo dixie de Jordi Vilà. La Nueva Orleáns de principios del ya pasado siglo apareció reflejada en el saxos de Ramón Cardo (alto) y José Luis Granell (tenor), quienes, a dúo, revelaron la tremenda calidad instrumental que atesoran.
Una afable presentación del concierto dio paso a la primera de las versiones de Charles Mingus, "Nostalgia In Times Square", un blues en cuya introducción Jordi Vilà arrancó notas amargas con el arco; notas que hicieron presagiar la profunda emotividad que fue glosa común de todo el concierto. La bamboleante guitarra de Joan Soler y la sobriedad a la batería de Narso Domingo fueron el respaldo perfecto a los frenéticos solos de alto y de tenor que, a ritmo lanzado, precedieron a un espectacular solo de contrabajo, resguardado por un respetuoso silencio del público que, desde momentos antes del inicio del concierto, llenaba el Chubby Cheek.
"Charles", tema propio dedicado a Mingus, fue la tercera pieza interpretada por el quinteto. Las notas que emanaban del ampli Polytone de Joan Soler eran constantemente susurradas por el elegante guitarrista, quien, con una tensión que se reflejaba en las prominentes venas de sus brazos, rozaba con precisión las cuerdas y conducía la melodía hacia un inesperado final de tintes latinos.
Con "O.P.", el emblemático tema que Charles Mingus dedicara al también contrabajista (y violonchelista) Oscar Pettiford, otro de los solistas que han marcado la trayectoria y el estilo de Jordi Vilà, se cerró de forma brillante el primer pase del concierto.
"Soñando con Duke", dedicada, evidentemente, a Duke Ellington, volvió a captar la atención de los asistentes tras el parón. Sobresaliente solo de guitarra, inquietante y denso.
Con la temperamental "Peggy's Blue Skylight", otro de los blues compuestos por Charles Mingus, el concierto alcanzó sus momentos más intensos. El enérgico contrabajo tomaba cuerpo en una encrucijada creada por los saxos y de la que escapaba una inerte guitarra, en una ácida mezcla, fiel reflejo de la amplia y compleja paleta compositiva de Mingus
Otros dos temas de Mingus, "Sue's Changes" y "So Long Eric", mezcla de standards que el contrabajista nacido en Arizona compusiera en honor del saxofonista y clarinetista Eric Dolphy, completaron un concierto sobresaliente.
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