JUAN JESÚS GARCÍA  |  Granada, 15/05/2010

Entre película y película, Leonor Watling ha tenido tiempo para componer y cantar las canciones de su cuarto disco con MARLANGO, 'Life in the treehouse', un disco al que han colocado el calificativo de "feliz". Con la simpatía contagiosa que la caracteriza, Leonor comenta la jugada, que llegará en directo al Medina Elvira de Atarfe (20:30h) hoy sábado.

- Cuarto disco, ¿se lo imaginaba...?

- No, porque cuando empezamos íbamos de canción en canción... bueno, ahora seguimos igual; el plan es seguir a las canciones que es nuestra terapia y nuestra forma de comunicarnos.

- La portada hay que mirarla con gafas de sol... resulta cegadora, como el interior... ¿Qué fue de los Marlangos de madrugada, tan "tomwaites" y "marianfaithfules"...?

- Están ahí también, a mi me encanta que cada oyente decida cómo es una canción, ya me resultaba curioso que en otros discos nos dijeran que eran muy oscuras cuando yo las sentía luminosas, y aquí alguna también la veo muy densa, pero en conjunto creo que sí es más ligero, más claro, y alegre.

- Con la que está cayendo no les da pudor hacer ostentación de alegría y tanta felicidad...

- Precisamente por eso. Ante esta situación hay dos tipos de reacción: una, la del horror y la desesperación, y la otra te lleva a relativizar lo absurdamente bien que estábamos y ver también la suerte que tenemos de vivir en este tiempo y en este mundo donde, con todo, lo fundamental lo tenemos.

- Un plano lo definen tres puntos; se dice que el matrimonio que mejor funciona es el del tres y en el rock el trío va a misa... ¿Más de tres siguen siendo multitud?

- (risas) No lo sé porque no conozco otras estructuras. Sé que lo nuestro funciona muy bien, aunque es complicado porque entre tres uno se queda fuera siempre (risas) y si fuéramos cuatro estaríamos más acompañados. Nos conocemos mucho, y nos queremos mucho desde nuestras grandes diferencias y por eso funcionamos.

- Usted, Najwa, Bebe, Alba de Lantana... a su generación ¿se le queda el cine pequeño?

- Es curioso... no sé por qué... en un momento llegué a pensar que volvíamos a lo antiguo, porque hasta hace treinta o cuarenta años un actor cantaba y bailaba... pero es que todas nosotras somos además autoras. Definitivamente no encuentro la causa.

- ¿Y cómo lleva lo de que en esto no haya segundas tomas y el maquillaje se derrita al tercer tema?

- Muy bien, se complementa muy bien; la música es un juego distinto y me gustan tanto el riesgo del directo como la seguridad del cine; nunca podía dejar una cosa por la otra.

- Cuesta ser una cabeza "tan" visible de un grupo, porque me imagino que Oscar Ybarra, de ser el cantante, pasaría más desapercibido.

- No lo dudes (risas). Tiene sus "pros" y sus "contras", y como todo en la vida hay que tomarse los "pros" con gratitud y los "contras" con sentido del humor. Es cierto que nos ha sido más fácil el acceso a los medios y la difusión, pero por otro lado seguimos pagando un peaje considerable; también es cierto que no podemos comparar, nos vino así la cosa...

- Y hablando de Oscar. ¿Dónde tienen en casa colocados los suyos?

- Yo no tengo ninguno.

- ¡Qué miserables los americanos! ¡el del guión no da para copia!

- (Risas) No, yo tengo a mi Oscar con su trompeta en su playa de Gijón (risas).

- ¿Y el Oscar "consorte"...?

- (risas) Sí, el de Jorge (Drexler) sí está en casa (risas).

- ¿Para cuándo el "desarrollo internacional del producto Marlango"?

- Cuando tu trabajo es tan artesano hay muchas cosas que no dependen de ti, pero ahora vamos a ir a tocar a Argentina y Chile, por ejemplo.

- Fueron hasta Japón... ¿Qué dijeron los nipones de ustedes?

- Fíjate, es un sitio donde tengo muchas ganas de volver... (risas) Hablar, hablaban, eso sí, pero no sé qué decían porque era muy raro... Llegamos a la conclusión de que no podíamos poner un adjetivo a aquella experiencia.

- En este disco hay muchos invitados de postín; a ver, sin vergüenza ¿a quien más invitarían para el próximo?

- A parte de los obvios tipo Thom Yorke o Leonard Cohen... ¡¡¡uff... hay tantos!!! Y con cada uno te surge un mundo musical nuevo... Mark Lanegan, Kiko Veneno, Chavela Vargas...

- En su primer gira cantaban 'Semilla Negra', ahora hacen una de Golpes Bajos... los 80 españoles.. ¿los mejores?

- Bueno, fueron los nuestros, los que impregnaron nuestra vida, y da mucho placer cantar canciones tan bonitas.

- No les salen mal el español... ¿contemplan el bilingüismo?

- El problema es que la música de Marlango sale de juntarnos e ir a pescar, esa es la sensación que tengo, de hacer todo por placer y no racionalizar mucho, y escribir en castellano, de momento, a mi me cuesta.

- Tom Sawyer subía sus tesoros a la casa del árbol... ¿Qué guarda usted allí?

- Para nosotros la casa del árbol en este momento de nuestra vida es el escenario, un sitio donde no hay pasado ni futuro y todo sucede en ese momento. Este es nuestro mejor tesoro.